Puntos de vista
Estoy saliendo de 4 semanas intensas de gripe, aún me queda un oído que sigue algo tapado. A lo contrario de lo que me esperaría, estoy agradecida por estas semanas aunque hayan sido intensas y agotadoras, enferma con días sin voz y sin poder escuchar bien, pero que me han dado la oportunidad de crecer y aprender, sintiendo mi centro y mi espacio en cada momento.
Al final y al cabo, estuve 4 semanas absorta en mi mundo interior, sin poder comunicarme o escuchar bien, con este sonido en el oido que me ha servido (y sirve) como aislante de las voces del mundo exterior. He pasado por la desesperación de querer hablar en momentos cruciales y que no me haya salido ni un solo tono y tener que dejar que las cosas fluyan cómo debían de fluir sin mi intervención.
Todo esto me ha llevado a observar y sentir con más detenimiento al mundo, a las personas, sus maneras de expresarse, no solo a través de su voz, si no, a través de sus tonos y actitudes. He observado con mayor agudeza como yo misma interactúo con este mundo, a través de mi espacio, mis pensamientos, mis sentimientos y mis actitudes. He visto claramente que nuestras actitudes dependen del punto de vista con la que miremos a una determinada situación, y que nuestros sentimientos y emociones dependen de nuestras actitudes. Hoy podemos estar aquí, y mañana podemos estar del otro lado, en ese mismo sitio donde hoy estamos juzgando, o molestos por lo que alguien más puede estar haciendo. Hemos de aprender a ver las cosas desde distintos ángulos, ser capaces de colocarnos en el sitio de otras personas en un momento dado, y saber entender que también podríamos ser nosotros quienes estemos en ese lugar.
Siempre digo que el mundo da muchas vueltas y que nunca jamás conocerás a la otra persona porque no estás en sus zapatos; desconoces su situación, su vida, sus experiencias, sus pensamientos y sentimientos. Lo que sí podemos es conocernos a nosotros mismos, vivir nuestra vida y nuestros momentos con intensidad, siendo y disfrutando de quienes somos y respetando a los demás, buscando comprender y aceptar quienes son. Porque al fin y al cabo, todos estamos en este mismo mundo, y depende de nosotros y de nuestra actitud lo que hagamos por nuestra vida y nuestro planeta.